lunes, 17 de octubre de 2011
La Fe en Cristo Resucitado
La ejecución en una cruz puso en entredicho todas las pretensiones de Jesús. La cruz parecía dejar las cosas claras: Jesús había sido un hombre bueno y justo quizás, pero un hombre iluso totalmente equivocado. Si de verdad Jesús tenía razón al anunciar un mensaje de salvación a los hombres, al garantizar el perdón a los pecadores y al invocar a Dios como Padre, solo Dios lo podía decir. Si en Jesús se encerraba algo único, solo Dios lo podía confirmar. Y lo ha hecho resucitando a Jesús de la muerte.
La resurrección de Jesús es la mejor noticia que podíamos recibir los hombres. Es la resurrección de Jesús la que sostiene y da sentido a nuestra fe. “Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe_ Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, somos los más desgraciados de todos los hombres. Pero no, ¡Cristo resucitó de entre los muertos!” (1 Co 15, 14-20).
La resurrección de Jesús ha sido el acontecimiento decisivo para la fe cristiana. A partir de la resurrección, los cristianos creemos en Dios con una luz nueva, vivimos nuestra fe en Jesús con una profundidad nueva, comprendemos nuestra existencia y nos enfrentamos a ella con una esperanza nueva. Vamos a tratar de comprender un poco la novedad que nos aporta la resurrección de Jesucristo.
AL TERCER DIA JESÚS RESUCITÓ
Jesús fue sepultado y pusieron soldados afuera de la tumba. Al amanecer del tercer día, fueron María Magdalena con la otra María a ver el sepulcro. Vino un gran terremoto, un ángel bajó del cielo y dijo: No teman, al que buscan no està aquì, ha resucitado, segùn lo habìa dicho.
Más tarde Jesús se les presentó a las mujeres y después a los discípulos varias veces.
¡ Que alegría Señor! Has triunfado, has acabado con la muerte. Gracias a ti yo podré también cuando muera, resucitar y vivir para siempre contigo y con el Padre en el cielo.
¡ Gracias Jesús por venir al mundo, por sufrir y resucitar por mí!
Más tarde Jesús se les presentó a las mujeres y después a los discípulos varias veces.
¡ Que alegría Señor! Has triunfado, has acabado con la muerte. Gracias a ti yo podré también cuando muera, resucitar y vivir para siempre contigo y con el Padre en el cielo.
¡ Gracias Jesús por venir al mundo, por sufrir y resucitar por mí!
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Jesús con voz fuerte dijo: Todo está consumado, en tus manos entrego mi espíritu y murió...
Señor, ojalá yo pueda el día de mi muerte decir al Padre: Padre, he acabado todo lo que tú me pediste, entrego mi alma en tus manos.
http://www.youtube.com/watch?v=lVtMao1HeMQ
JESÚS NOS DEJA A SU MADRE
Estaban junto a la cruz su Madre y Juan su discípulo a quien amaba. Dijo Jesús: Mujer, he ahì a tu hijo. Luego dijo a Juan: He ahí a tu Madre.
Con esto Jesús quisiste antes de irte de este mundo, dejar a María como madre de todos los hombres. ¡Todavía nos regalaste lo más querido para ti, a tu madre! Te prometo Señor, querer mucho a la Virgen, tu Madre.
Con esto Jesús quisiste antes de irte de este mundo, dejar a María como madre de todos los hombres. ¡Todavía nos regalaste lo más querido para ti, a tu madre! Te prometo Señor, querer mucho a la Virgen, tu Madre.
JESÚS ES CRUCIFICADO :
JESÚS ES CRUCIFICADO :
- Llegando al lugar, le crucificaron, clavaron sus manos y sus pies a la cruz. Siguieron burlándose de Él, diciéndole: Si eres el hijo de Dios, sálvate a ti mismo.
Jesús dijo: Padre, perdònalos, porque no saben lo que hacen.
Cuanto dolor, cuanta crueldad, cuanta burla y
Tú, Jesús, todavía nos perdonas, nos disculpas.
Gracias porque yo peco y me vuelves a perdonar una y otra vez. ¡ De que tamaño será, Señor, tu amor por mí! Enséñame a perdonar a mis hermanos como Tú me perdonas a mi.
- Llegando al lugar, le crucificaron, clavaron sus manos y sus pies a la cruz. Siguieron burlándose de Él, diciéndole: Si eres el hijo de Dios, sálvate a ti mismo.
Jesús dijo: Padre, perdònalos, porque no saben lo que hacen.
Cuanto dolor, cuanta crueldad, cuanta burla y
Tú, Jesús, todavía nos perdonas, nos disculpas.
Gracias porque yo peco y me vuelves a perdonar una y otra vez. ¡ De que tamaño será, Señor, tu amor por mí! Enséñame a perdonar a mis hermanos como Tú me perdonas a mi.
JESÚS CARGA SU CRUZ:
Tomaron a Jesús, que llevando su cruz, caminò hacia el sitio llamado Calvario.
Jesús no puedes más y, aún así, cargas tu cruz, caes y te vuelves a levantar... Enséñame a mí a llevar mi cruz, mis penas, mis dificultades con valor como tú y enséñame a levantarme cada vez que caiga.
- Echaron mano de un hombre llamado Simón de Cirene para que le ayudara a llevar la cruz.
Señor, yo puedo ser Simón de Cirene acompañarte para cargar tu cruz. Yo puedo rezar y ofrecerte sacrificios para consolarte, para demostrarte mi amor, para hacer más pequeño ese inmenso dolor que sientes. Dame la fortaleza también Señor para ayudar a mis hermanos que sufren a llevar su cruz con amor.
JESÚS ES AZOTADO Y LE PONEN
Jesús fue azotado hasta quedar su cuerpo en carne viva, después los soldados lo llevaron dentro y reuniendo a toda la corte, le vistieron con una capa y le enterraron en la cabeza una corona hecha de espinas. Más sangre, más dolor. Después comenzaron a burlarse de Él, le herían en la cabeza con una caña y le escupían, e hincando la rodilla le decían: Salve rey de los judíos.
Mi querido Jesús: me duele tanto verte asì, humillado, pisoteado, azotado, sangrando por dentro y por fuera. Los hombres a quienes tanto amas, te hemos pagado así.
Tú, siendo Dios no tenías necesidad de sufrir todo eso, pero quisiste hacerlo por todos los hombres, ¡ por mí !... porque sabías que con tu sufrimiento se me perdonarían todos mis pecados. Pagaste con tu sangre el precio de mi salvación. ¡ Gracias Jesús por amarme tanto !
NEGACIÓN DE PEDRO
Entonces llegaron los soldados al huerto, le prendieron y le llevaron a la casa de Caifás, el pontífice. Pedro le siguió de lejos y entrando se sentó con los criados para ver el desenlace. Una sierva le dijo a Pedro: Tú estabas con Jesús, eres de ellos. Pedro lo negó tres veces diciendo: no conozco a ese hombre que ustedes dicen.
Entonces cantó el gallo, y Pedro se acordó que Jesús le había dicho: Antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces. Después, salió y lloró amargamente.
Perdóname Jesús, yo también te he negado, he dicho que todo lo tuyo no me importa tanto, me ha dado pena decir que soy seguidor tuyo.
¿ Por qué me importará más lo que piensen los demás, que lo que Tú piensas de mí?
Entonces cantó el gallo, y Pedro se acordó que Jesús le había dicho: Antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces. Después, salió y lloró amargamente.
Perdóname Jesús, yo también te he negado, he dicho que todo lo tuyo no me importa tanto, me ha dado pena decir que soy seguidor tuyo.
¿ Por qué me importará más lo que piensen los demás, que lo que Tú piensas de mí?
sábado, 15 de octubre de 2011
Jesús ante Pilato y Pilato lo manda a Herodes
Reflexiones y prácticas Cuando Jesús es presentado a Pilato, aún hallándose en medio a tantos insultos y desprecios, es siempre dulce, no desdeña a nadie y quiere que en todos resplandezca la luz de la verdad. Y nosotros, ¿sentimos que nos comportamos del mismo modo con todos? ¿Tratamos de vencer nuestras malas inclinaciones cuando alguien no nos simpatiza? Cuando tratamos con los demás, ¿hacemos lo posible por dar a conocer a Jesús y hacer que resplandezca en ellos la luz de la verdad?
« ¡Oh Jesús, dulce vida mía!, pon sobre mis labios tu palabra y haz que yo siempre hable con tu misma boca ».
Cuando Jesús se hallaba ante Herodes, estaba en silencio y vestido como si fuera un loco, sufriendo penas inauditas. Y nosotros, cuando recibimos alguna calumnia o burla, algún insulto o desprecio, ¿nos ponemos a pensar que Jesús quiere hacernos semejantes a él? Cuando sufrimos, cuando nos hacen algo y en todo lo que siente nuestro corazón, ¿nos damos cuenta de que es Jesús que tocándonos nos hace sufrir y que nos está transformando en sí mismo dándonos su semejanza? Y cuando el sufrimiento vuelve a nosotros, ¿pensamos que Jesús al vernos, todavía no está contento con nosotros y por eso nos abraza para poder asemejarnos totalmente a sí mismo? Siguiendo el ejemplo de Jesús ¿podemos decir que poseemos el dominio sobre nosotros mismos? ¿Que en las contrariedades en vez de responder preferimos callar? ¿Nos dejamos vencer alguna vez por la curiosidad?
En cada pena que podamos sufrir, es necesario que pongamos la intención de que ésta es una vida que le damos a Jesús para pedir almas; y poniendo a las almas en la Voluntad de Dios, nuestro dolor crea como un cerco en el que encerramos a Dios y a las almas para unirlas todas a Jesús.
« Amor mío y Todo mío, toma tú mismo posesión de mi corazón y tenlo siempre entre tus manos, para que en toda circunstancia pueda copiar en mí tu gran paciencia ».
« ¡Oh Jesús, dulce vida mía!, pon sobre mis labios tu palabra y haz que yo siempre hable con tu misma boca ».
Cuando Jesús se hallaba ante Herodes, estaba en silencio y vestido como si fuera un loco, sufriendo penas inauditas. Y nosotros, cuando recibimos alguna calumnia o burla, algún insulto o desprecio, ¿nos ponemos a pensar que Jesús quiere hacernos semejantes a él? Cuando sufrimos, cuando nos hacen algo y en todo lo que siente nuestro corazón, ¿nos damos cuenta de que es Jesús que tocándonos nos hace sufrir y que nos está transformando en sí mismo dándonos su semejanza? Y cuando el sufrimiento vuelve a nosotros, ¿pensamos que Jesús al vernos, todavía no está contento con nosotros y por eso nos abraza para poder asemejarnos totalmente a sí mismo? Siguiendo el ejemplo de Jesús ¿podemos decir que poseemos el dominio sobre nosotros mismos? ¿Que en las contrariedades en vez de responder preferimos callar? ¿Nos dejamos vencer alguna vez por la curiosidad?
En cada pena que podamos sufrir, es necesario que pongamos la intención de que ésta es una vida que le damos a Jesús para pedir almas; y poniendo a las almas en la Voluntad de Dios, nuestro dolor crea como un cerco en el que encerramos a Dios y a las almas para unirlas todas a Jesús.
« Amor mío y Todo mío, toma tú mismo posesión de mi corazón y tenlo siempre entre tus manos, para que en toda circunstancia pueda copiar en mí tu gran paciencia ».
miércoles, 12 de octubre de 2011
JESUCRISTO Y SUS APOSTOLES
Jesús escogió a doce personas que se les llamo apóstoles. Cuando Judas entregó a Cristo y se suicidó, él fue reemplazado por Matías (Hechos 1.26). Después de este reemplazo, los doce apóstoles originales no tenían sucesores. Cuando Jacobo fue muerto por Herodes (Hechos 12:2), nadie le reemplazó. Pablo fue un apóstol especial con misión de ir a los gentiles (Hechos 9:15), pero no debemos confundir su apostolado
Los doce discípulos / apóstoles originales están registrados en Mateo 10:2-4, “Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también le entregó.” La Biblia también nombra a los 12 discípulos / apóstoles en Marcos 3:16-19 y Lucas 6:13-16. Comparando estos tres pasajes, hay un par de pequeñas diferencias en los nombres. Parece que Tadeo también era conocido como “Judas, hermano de Jacobo” (Lucas 6:16) y Lebeo (Mateo 10:3). Simón el Zelote también era conocido como Simón el cananita (Marcos 3:18). Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús, fue reemplazado por Matías entre los doce apóstoles (ver Hechos 1:20-26). Algunos maestros bíblicos “invalidaron” a Matías como miembro de los 12 apóstoles, y en su lugar creyeron que el apóstol Pablo fue elegido por Dios para reemplazar a Judas Iscariote como el doceavo apóstol.
Los doce discípulos / apóstoles originales están registrados en Mateo 10:2-4, “Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también le entregó.” La Biblia también nombra a los 12 discípulos / apóstoles en Marcos 3:16-19 y Lucas 6:13-16. Comparando estos tres pasajes, hay un par de pequeñas diferencias en los nombres. Parece que Tadeo también era conocido como “Judas, hermano de Jacobo” (Lucas 6:16) y Lebeo (Mateo 10:3). Simón el Zelote también era conocido como Simón el cananita (Marcos 3:18). Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús, fue reemplazado por Matías entre los doce apóstoles (ver Hechos 1:20-26). Algunos maestros bíblicos “invalidaron” a Matías como miembro de los 12 apóstoles, y en su lugar creyeron que el apóstol Pablo fue elegido por Dios para reemplazar a Judas Iscariote como el doceavo apóstol.
JESUCRISTO ANTE PONCIO PILATO
Relato de los hechos que nos hace Lucas (Lucas 23,1-25):
Y levantándose todos ellos, le llevaron ante Pilato.
Comenzaron a acusarle diciendo: «Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo, prohibiendo pagar tributos al César y diciendo que él es Cristo Rey.»
Pilato le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» El le respondió: «Sí, tú lo dices.»
Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: «Ningún delito encuentro en este hombre.»
Comenzaron a acusarle diciendo: «Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo, prohibiendo pagar tributos al César y diciendo que él es Cristo Rey.»
Pilato le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» El le respondió: «Sí, tú lo dices.»
Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: «Ningún delito encuentro en este hombre.»
Pero ellos insistían diciendo: «Solivianta al pueblo, enseñando por toda Judea, desde Galilea, donde comenzó, hasta aquí.»
Al oír esto, Pilato preguntó si aquel hombre era galileo.
Y, al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que por aquellos días estaba también en Jerusalén.
Y, al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que por aquellos días estaba también en Jerusalén.
Cuando Herodes vio a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba verle, por las cosas que oía de él, y esperaba presenciar alguna señal que él hiciera.
Le preguntó con mucha palabrería, pero él no respondió nada.
Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia.
Le preguntó con mucha palabrería, pero él no respondió nada.
Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia.
Pero Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de él, le puso un espléndido vestido y le remitió a Pilato.
Aquel día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados.
Aquel día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados.
Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo
y les dijo: «Me habéis traído a este hombre como alborotador del pueblo, pero yo le he interrogado delante de vosotros y no he hallado en este hombre ninguno de los delitos de que le acusáis.
y les dijo: «Me habéis traído a este hombre como alborotador del pueblo, pero yo le he interrogado delante de vosotros y no he hallado en este hombre ninguno de los delitos de que le acusáis.
Ni tampoco Herodes, porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho, pues, que merezca la muerte.
Así que le castigaré y le soltaré.»
Toda la muchedumbre se puso a gritar a una: «¡Fuera ése, suéltanos a Barrabás!»
Este había sido encarcelado por un motín que hubo en la ciudad y por asesinato.
Pilato les habló de nuevo, intentando librar a Jesús,
pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícale, crucifícale!»
Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho éste? No encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le castigaré y le soltaré.»
Así que le castigaré y le soltaré.»
Toda la muchedumbre se puso a gritar a una: «¡Fuera ése, suéltanos a Barrabás!»
Este había sido encarcelado por un motín que hubo en la ciudad y por asesinato.
Pilato les habló de nuevo, intentando librar a Jesús,
pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícale, crucifícale!»
Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho éste? No encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le castigaré y le soltaré.»
Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y sus gritos eran cada vez más fuertes.
Pilato sentenció que se cumpliera su demanda.
Soltó, pues, al que habían pedido, el que estaba en la cárcel por motín y asesinato, y a Jesús se lo entregó a su voluntad.
Pilato sentenció que se cumpliera su demanda.
Soltó, pues, al que habían pedido, el que estaba en la cárcel por motín y asesinato, y a Jesús se lo entregó a su voluntad.
EL NACIMIENTO DE JESUCRISTO
Los relatos referentes al nacimiento e infancia de Jesús proceden exclusivamente de los evangelios de Mateo (Mt 1,18-2,23) y de Lucas (Lc 1,5-2,52).
El nacio como una persona sin saber cual era su mision en la tierra y con la humanidad
El nacio como una persona sin saber cual era su mision en la tierra y con la humanidad
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